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It Bienvenidos a Derry ha dejado a los fans del género de horror en suspenso desde su primer episodio, y uno de los elementos más inquietantes —y comentados— ha sido la aparición del bebé demonio. Esta figura grotesca y simbólica no solo sorprendió por su brutalidad, sino por el trasfondo que esconde.
Andy Muschietti, co-showrunner de la serie, ha revelado el verdadero significado detrás de esta criatura, y lo cierto es que va mucho más allá del simple susto.

La escena final del episodio 1 de It Bienvenidos a Derry no dejó indiferente a nadie. La mayoría de los niños que parecían destinados a formar el nuevo Club de los Perdedores fueron brutalmente asesinados (al menos eso deja ver la serie) por Pennywise quien adopta la forma de un bebé mutante.
Esta elección no fue casual ni gratuita.
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Según Muschietti, esta criatura fue diseñada para reflejar los miedos colectivos de la época en que se sitúa la serie: principios de los años 60.
“Era muy importante prestar atención a los miedos de la época”, explicó el director.
El bebé demonio de It Bienvenidos a Derry no es solo una figura monstruosa. Es una alegoría. Representa el temor a las mutaciones genéticas provocadas por la radiación, un miedo muy presente en la cultura popular de los años 50 y 60.
“Había un pánico bastante extendido sobre ataques nucleares y los efectos de la radiación y las mutaciones en el parto”, comentó el showrunner.
La criatura no solo aterroriza por su aspecto, sino porque encarna una ansiedad colectiva profundamente arraigada en la sociedad de la época.

It: Bienvenidos a Derry retoma el concepto central de la novela de Stephen King: Pennywise como una entidad que adopta la forma de lo que más temen sus víctimas. En este caso, el bebé demonio no es una invención aleatoria, sino una manifestación del terror infantil ante un mundo que parecía al borde del colapso.
La idea de que un niño pudiera imaginar una criatura así no es descabellada si se considera el contexto.
“Solo puedo imaginar cómo sería ser un niño en esos años, cómo tu imaginación se convertiría en horror muy rápido, no de una buena manera”, reflexionó Muschietti. Y esa es precisamente la fuerza de esta serie: su capacidad para conectar el horror sobrenatural con el miedo real.
Más allá del impacto visual que el bebé demonio causó en el primer capítulo de It Bienvenidos a Derry esta nueva forma de It encierra una serie de simbolismos que profundizan en los miedos colectivos de la época y en los dilemas humanos más íntimos.
Este ser mutante no es sol una criatura aterradora sino una alegoría cargada de capas emocionales y sociales.
En 1962, el mundo vivía bajo la sombra de la Guerra Fría. La tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética alcanzaba niveles alarmantes, y la inminente Crisis de los Misiles en Cuba solo intensificaba el temor a un ataque nuclear.
En ese contexto, el bebé demonio aparece como una manifestación del pánico a la radiación y sus efectos devastadores.
La criatura representa el miedo a los defectos de nacimiento provocados por armas nucleares, una preocupación real y extendida en la cultura popular de la época.
Su apariencia física evoca los horrores invisibles que podrían surgir de un mundo contaminado por la guerra. Es una forma de decir que incluso el acto más puro, como el nacimiento, puede ser corrompido por las decisiones humanas.

Uno de los elementos más perturbadores de la escena es que el terror se manifiesta a través del nacimiento.
El útero, símbolo universal de protección y vida, se convierte en el escenario de una pesadilla. El bebé demonio, con alas de murciélago y dos cabezas, no solo rompe con la estética tradicional del horror: encarna la idea de que los horrores del mundo pueden infiltrarse en los espacios más sagrados.
Este simbolismo apunta a cómo la violencia, el miedo y la desconfianza pueden corromper incluso los momentos más inocentes.
La familia, el hogar, la infancia… todo puede ser invadido por el terror cuando el entorno está marcado por la paranoia y la desesperanza.
Muschietti también retoma un tema central de la novela original de Stephen King: el miedo existencial de traer niños al mundo. En It, los miembros del Club de los Perdedores, ya adultos, descubren que ninguno ha tenido hijos. Esta ausencia no es casual. Sugiere una renuencia profunda, casi subconsciente, a perpetuar el sufrimiento en un mundo que parece condenado.
El bebé demonio, entonces, no solo es una criatura monstruosa. Es una pregunta abierta: ¿vale la pena traer vida a un entorno lleno de muerte, miedo y oscuridad? La serie plantea este dilema con crudeza, obligando al espectador a confrontar sus propias inquietudes sobre el futuro, la familia y la responsabilidad emocional de ser parte de una sociedad rota.

Además del simbolismo, la escena del bebé demonio en It Bienvenidos a Derry rompió con las expectativas sobre la trama.
En lugar de presentar a un grupo de niños que sobrevivirán juntos como en la historia original, la serie optó por eliminarlos de forma brutal desde el inicio.
Esta decisión audaz dejó claro que estamos ante una precuela que no teme tomar riesgos.
La verdad es que esta jugada narrativa también sirve para recalibrar la brújula emocional del espectador.
Si pensabas que sabías qué esperar, esta escena te obliga a replantearlo todo. Y eso, en una franquicia tan conocida como It, es un logro notable.
Aunque It Bienvenidos a Derry se basa en el universo creado por Stephen King, la serie ha demostrado tener voz propia. La ambientación en los años 50 y 60 no solo aporta una estética nostálgica, sino que permite explorar temas históricos desde una perspectiva de horror.
La desconfianza, la paranoia y el miedo a lo desconocido se entrelazan con la trama de Pennywise, y crean una experiencia con diferentes matices.
Bill Skarsgård regresa como el icónico payaso, lo que agregará continuidad con las películas anteriores. Sin embargo, el enfoque de la serie es más introspectivo, más simbólico. Y eso se nota en decisiones como la del bebé demonio.
Con una base tan sólida y una dirección creativa tan clara, It Bienvenidos a Derry de HBO Max tiene todo para convertirse en un clásico moderno del horror televisivo. La serie no solo expande el universo de It, sino que lo enriquece con nuevos significados.
Además, el hecho de que Muschietti haya pensado cuidadosamente en el contexto histórico y en cómo este influye en los miedos de los personajes demuestra un compromiso con que va más allá del susto fácil. It: Welcome to Derry no es solo una precuela: es una reinterpretación inteligente y emocional de los horrores que nos acechan, tanto reales como imaginarios.
It Bienvenidos a Derry nos recuerda que el miedo más efectivo es aquel que nace de la realidad. El bebé demonio no solo asusta por su apariencia, sino por lo que representa.
Al conectar los temores de una época con una narrativa sobrenatural, Muschietti y su equipo logran algo más que entretenimiento: nos invitan a mirar atrás, a entender el pasado y a reconocer cómo el miedo puede tomar muchas formas… incluso la de un bebé.