Entre tantas series que juegan con la mente del espectador, ‘Sirenas’ de Netflix encontró una forma peculiar de hacerlo: con almejas. Sí, almejas.
Lo que a simple vista parecía una tranquila y tierna escena, terminó por revelar las verdaderas intenciones de dos personajes clave en la historia: Peter y Simone. Y todo comenzó con una misteriosa actividad, el quahogging.
Pero ¿qué significa realmente este término dentro de la serie ‘Sirenas’? ¿Y por qué se convirtió en una de las escenas más significativas?

El significado de Quahogging en ‘Sirenas’
En términos sencillos, el quahogging es la recolección de almejas quahog, especie típica de Rhode Island. Pero cuando Peter invita a Simone a acompañarlo en esta actividad, las cosas toman un giro inesperado.
Esta escena es un retrato íntimo, casi teatral, donde ambos personajes dejan entrever quiénes son realmente y sus intenciones.
Peter, el sofisticado esposo de Michaela, se presenta como un hombre amable, maduro, centrado y con una profunda conexión sus raíces familiares.
Según él, aprendió a hacer quahogging gracias a su familia materna, compuesta por generaciones de pescadores. A primera vista, este dato lo humaniza y lo aleja del estereotipo del millonario infiel que muchos esperaban. De hecho, esa es la trampa.
Porque mientras la serie nos distrae con anécdotas sobre almejas y sopas caseras, Peter comienza a sembrar una narrativa mucho más peligrosa en la mente de Simone.

‘Sirenas’: La manipulación de Peter hacia Simone
En el episodio 3, titulado ‘Monster’, Simone sigue a Peter por órdenes de Michaela, pues la señora Kell sospecha que su esposo le miente, especialmente después de descubrir que no estuvo en Japón como aseguró. Aterrada ante la posibilidad de un divorcio que la dejaría sin nada por el acuerdo prenupcial, recurre a su asistente para obtener pruebas.
Simone acepta con cierto nerviosismo, pero su plan se derrumba cuando Peter la descubre. Y en lugar de enojarse o desconfiar de ella, la invita a hacer quahogging. Lo que sigue es una escena aparentemente inocente, pero llena de subtexto.
Durante la recolección de almejas, Peter no solo muestra su lado más amable. También aprovecha el momento para relatar cómo Michaela lo alejó de sus hijos y destruyó su matrimonio anterior.

Aquí podemos leer entre líneas que Peter nunca se responsabiliza por nada. Él fue quien tuvo una aventura con otra mujer, pero en su versión, todo es culpa de Michaela.
Simone, en ese momento, aún parece leal a su jefa. Sin embargo, el daño está hecho. La semilla de la duda fue plantada.
‘Sirenas’: Peter, el verdadero villano de la serie de Netflix
Más allá del simbolismo familiar o de la atmósfera relajada, el quahogging funciona como una herramienta de manipulación emocional. Es el escenario perfecto para que Peter controle la narrativa, gane la confianza de Simone y prepare el terreno para un giro brutal: el abandono de Michaela y su propuesta de matrimonio a Simone.
Este momento, que parecía casi anecdótico, fue en realidad la preparación perfecta para el desenlace de la serie.
Sirenas usó esta actividad para cambiar el foco del espectador. Nos hizo pensar que Michaela era la tóxica, la controladora, mientras Peter solo quería una vida simple a la orilla del mar. Pero en realidad, ambos personajes fueron igual de egoístas, solo que Peter supo disfrazarlo mejor.

‘Sirenas’: ¿Por qué Simone traicionó a Michaela?
Simone es quizás la figura más trágica de esta historia. En medio del conflicto, se convierte en un peón de las circunstancias entre dos personas rotas.
Al principio, defiende a Michaela, su jefa, casi como una amiga. Pero la verdad es que también carga con su propio pasado traumático. Cuando Peter le ofrece un escape —por más cuestionable que sea—, ella lo toma. No por amor, sino por supervivencia.
Y así, el quahogging deja de ser solo una curiosa actividad de pesca para convertirse en un punto de no retorno.
La escena del quahogging fue un golpe de genialidad. Nos distrajo, nos hizo sonreír y luego nos traicionó. En ella se esconde la verdadera esencia de Sirenas: nada es lo que parece.
Peter no era tan inocente como sugería. Michaela no era la única manipuladora. Y Simone, aunque víctima de las circunstancias, también eligió traicionar.
¿Tú qué piensas? ¿Fue el quahogging un momento sincero o una jugada maestra para manipular y cambiar la historia? Lo que es seguro es que, después de esa escena, ya no volvimos a ver a los personajes con los mismos ojos.